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lunes, 1 de junio de 2015

¿Qué leerían en Litchfield?

¡POR FIN! YA QUEDAN MENOS DE DOS SEMANAS. Apuntadlo en vuestros calendarios: El 12 de junio, el drama de Alex y Piper las chicas de Litchfield estarán de vuelta con 13 horas más de Orange is the New Black. Voy a pellizcarme no vaya a ser que esté dormida, porque todavía no me creo que esté tan cerca.


Ha pasado un año desde la última vez que vimos a estas mozas (¡Un año! Parecieron eones...) y, seguro que entre otras cosas, habrán tenido tiempo para coger al menos un libro, aunque sólo fuera por aburrimiento.

Esto es lo que les recomendaría a algunas de ellas.

 
Alex Vause es una chica que lee mucho y bien, ergo está buena. Sus referencias literarias la delatan. Y por eso no creo que un clásico como Crimen y castigo vaya a intimidar lo más mínimo a alguien acostumbrado a tratar con gente chunga chunga. Raskolnikov y sus tribulaciones, muy acordes con su situación carcelaria, será un digno compañeros de celda que sabrá estar a la altura (y es mucha).


Otra chica con un gusto literario nada despreciable, quizás un poco más relajado pero que cuenta con mi aprobación, es Piper Chapman. Tiene aire de niña bien y remilgada que no hay quien le quite ni después de haber estado un tiempo en el trullo, y pinta de escoger libro basándose en las listas de best-sellers del New York Times para poder conversar sobre ellos con el resto de sus amigos pijos que también eligen lectura por el mismo método, Dios no quiera tengan personalidad propia. Como aún le quedan unos cuantos meses a la sombra, El jilguero de Donna Tartt llenará varias de sus semanas. Número 5 de la lista de best-sellers del NY Times de 2013.


Lorna Morello viviría si pudiera en una empalagosa y edulcorada comedia romántica. Pobre. Dicen que no hay cura para esa patología. ¿Y qué mejor para esta muchachita que una de las historias de amor más pastelosa, vomitiva y que deja a cualquiera en pleno coma por sobredosis de azúcar y con la que mueren varios gatitos cada vez que alguien la lee? Podría haber sido cualquier libro de Nicholas Sparks, pero me quedo con Querido John. Puaj. Aviso: Abstenerse diabéticos.


Nicky Nichols. Ex-adicta. Un poco insolente. Fantástico sentido del humor. Simpática. Un Irvine Welsh para ella. Trainspotting, que narra las cómicas (y no tan cómicas) anécdotas de una variopinta pandilla de yonkis por los barrios más bajos de Edimburgo. 


Si Vito Corleone fuera ruso, estuviera en la trena, se tiñese el pelo de rojo y fuera mujer, sería Galina Reznikov. Red, para los amigos, enemigos y cualquiera que no maneje con fluidez la onomástica rusa. Su familia es sagrada, tanto con la que tiene vínculos de sangre como con la que comparte horas a la sombra, y, si alguien maneja el cotarro en Litchfield, es ella. Si alguien comete la insensatez de contrariarla, que se atenga a las consecuencias. No se encontrará cabezas de caballo en su cama, pero hay cosas peores con las que se pueden rellenar las hamburguesas. Preguntadle a Piper.


Si tras este vídeo tenéis alguna duda de que Suzanne leería a Will, es que sois unos embusteros y no habéis pinchado en el enlace, pillines. Como la bibliografía de Will es extensa, elijo al príncipe de Dinamarca. Porque sí y porque es mi favorito. #MyBlogMyRules


¿Cómo olvidarme de Pennsatucky? Como se la veía sufriendo, verde de envidia y con los dientes largos viendo a Alex y Piper en pleno bailecito, con este libro podrá aliviar su desazón y hacerles la competencia marcándose unos pasos con el carpintero más célebre de la Tierra. Amén.


¿Qué le recomendaríais a estas y a las demás reclusas? 

lunes, 4 de mayo de 2015

Rob Thomas, si me estás leyendo, tengo cosas que decirte sobre Veronica Mars y "Mr. Kiss and Tell"



La Vero is back! Y lo hace de la única forma que ella sabe hacer. CONTUNDENTE. APLASTANTE. OH, SÍ.



Aunque vente para aquí, señorito Rob Thomas. No te me escapes. Tengo cosas que quiero decirte.


1. "Mr. Kiss and Tell" como libro es muuuucho mejor que el anterior. Es menos pensado sólo para fans acérrimos (¡coooomo yo!) y más para todo el mundo. Más consistente, mejores tramas y la misma Veronica de siempre. Además del mítico caso que empieza y termina con el libro, está toda la historia de la corrupción y los trapos sucios del cuerpo de policía de Neptune que sigue la trama de Weevil y el accidente de Keith. ¡Punto para tu equipo, Rob!


2. Se acabaron los cameos innecesarios de personajes o tramas un poco metidas con calzador para tenernos contentos y saltando como niños el día de Navidad por volver a ver a Fulanito o Menganita. No es que me queje, yo era la primera que estaba emocionada nivel me-llevaban-a-Disneyland, pero a veces era un poco para gritar ¡venga, ya! Y... creo recordar que en algún momento lo grité. En público. En una cafetería. Así que, bien por tí, Rob.


3. Por fin tenemos un poco más de Logan y eso siempre está bien, aunque aquí hace más de "novio de" que de Logan Echolls, ese chico tan majo y salado que se metía en berenjenales con la Vero. Ahora se sigue metiendo en berenjenales pero de otra clase y parece limitarse a marcar músculo y/o llevar uniforme, dejando a salvo unas páginas donde nos cuenta un poco sobre su vida durante los 9 años que pasaron separados. ¡Buuuuuuuuh! NO ES SUFICIENTE.

Llamadme rara, pero esto me la sopla. Bastante

4. Qué sí, que lo de Logan y Veronica tiene que ser épico y todo eso, pero... ¿es necesario que lo sea TANTO? Un poco de respiro para los tortolitos y para mi corazoncito, por favor. Aunque... hay un perrito de por medio y... Ay. Sí. Repito. Un. Perrito. ¿Qué será lo siguiente? ¿Campanas de boda?


5. Y otra cosa que ya dije del anterior libro y sobre lo que me vuelvo a pronunciar, ¿dónde cojones están los mordaces comentarios de Verónica? ¿Hola? Esa tía hablaba sarcasmo fluído y las soltaba cuan ametralladora, sin dar respiro. Ahora parece un poco desentrenada y yo estoy que me subo por las paredes. Sigo reiterando que la primera persona hubiera sido un enfoque más acertado. Neno, ¿me oyes? Deja de ignorarme.

Se ve que no. Jum.
 6. Digamos que, como así hacia más o menos el final, no le hubiera hecho ascos a algún giro inesperado de guión. Lo hubieras bordado, majo. Pero bueno, a pesar de eso, mantuviste el ritmo y pim pam pum, capítulo por aquí, capítulo por allá, me ventilé el libro en un santiamén.



Y ahora puedes olvidarte de todo lo que te acabo de decir porque me estoy quejando por puro vicio. La Vero se sigue saliendo y sigue siendo mi namber uan.

Baja Modesto, que sube Veronica.

lunes, 6 de octubre de 2014

"Orange is the new black" de Piper Kerman. Que le regale un jamón a Jenji Kohan por el favorazo que le hizo la serie.

"Every human being makes mistakes and does things they're not proud of. They can be everyday, or they can be catastrophic. And the unfortunate truth of being human is that we all have moments of indifference to other people's suffering. To me, that's the central thing that allows crime happen: indifference to other people's suffering. If you're stealing from someone, if you're hurting them physically, if you're selling them a product that you know will hurt them - the thing that allows a person to do that is that they somehow convince themselves that that's no relevant to them. We all do things that we're not proud of, even though they might not have as terrible consequences."
Trataré de dejar aparte mi lado más fangirl y mi obsesión con esta serie y escribir esta entrada siendo lo más adulta y seria que pueda...

¡ALEX VAUSE, TE ADORO CON TODA MI ALMA! ¡TIRARÍA MI TARTA POR TI!


Vale, bien. Ahora que dejé eso claro, puedo empezar.

Parece ser una norma no escrita que primero uno se lee el libro y luego se ve la película/serie. Por una vez en mi vida pensaba hacer las cosas del derecho como las personas normales. Pero, como ser normal está sobrevaloradísimo y descubrí que la serie era de Jenji Kohan (Weeds, ¿alguien? ¿no? Pues vosotros os lo perdéis), me entró la necesidad de ponerme con ella inmediatamente. Siendo de esa mujer no podía estar mal, pensé. Que no podía estar mal. Ja. Me entra la risa tonta sólo de pensar en eso ahora. Me parto, me mondo, y me corto en rebanadas. ¿Cómo podía ser tan inocente?

ES LA CAÑA DE ESPAÑA.


Con un par de capítulos ya se colocó entre mis series favoritas y, como buena fangirl que soy, leerse el libro se volvió en una necesidad fisiológica. Tenía que echarle el guante a una copia... y con presteza.

Así lo hice. Y... menuda decepción.


Vamos por partes. Para los que no estéis familiarizados con la trama de "Orange is the new black", todo empieza cuando Piper, una rubia mona de clase media-alta, tiene que ingresar en chirona porque durante los confusos años post-universitarios (una época oscura para todos por no saber lo que hacer con tu vida), se lía con una traficante de drogas, Nora en el libro, Alex en la serie. Hace un trabajillo ilegal para ella y le caen 14 meses. A partir de ahí comienza la narracion de sus experiencias en la cárcel.

Me va el rollo presidiario. Todo lo relacionado con el escabroso mundo del crimen y los delincuentes, tanto en libertad como en el trullo, me gusta. Pero el libro me pareció muy meh. Tiene sus momentos interesantes y tal... pero son escasos y, como muchos ya los había visto en la serie y el libro no me pareció que me aportase mucho más a mayores, pues doble meh.

Como es una memoria no esperaba cliffhangers, ni suspense, ni ese punto de comedia dramática tan propio de Kohan, pero sí un poco de chicha. Y nada. Kerman se limita a narrar sus experiencias en la cárcel, el despropósito que es el sistema penitenciario y la relación con sus compañeras, sin mucha gracia ni personalidad. No se observa ninguna evolución en nadie, ni siquiera en Piper. A pesar de que insiste en que no quiere desperdiciar el tiempo pasado en la cárcel, entra y sale de allí de la misma manera.
Se echa de menos algún problema o conflicto al que tenga que enfrentarse y resolver, algo más que el de la rubia mona y de familia bien que terminar entre rejas con gente de todas los colores y condiciones sociales. No hay ritmo alguno y, los personajes son tantos, que se vuelven confusos por su falta de desarrollo y lo poco que sabemos de ellos.
Ciertos pasajes resultan interesantes por eso de decir, "caray, no tenía ni idea que el sistema presidiario funcionaba así", pero llega un punto en el que todo se alarga demasiado y se vuelve pesado. 


Reconozco haber cogido el libro esperando encontrar algo parecido a lo que me ofrecía la serie y, por tanto, la decepción fue mayor todavía. Las comparaciones son odiosas, pero en este caso, no pude evitarlo. Así que, aviso a navegantes: Os vais a quedar con las ganas si alguien va como yo esperando revivir un the best of Vauseman (Ya sabéis, la mezcla de Alex Vause y Piper Chapman, ¿lo pilláis? ¿Eh? ¿No? ¿Como Brangelina?)


En fin, da igual. Pues eso. Que mis necesidades presidiarias están más que cubiertas con la serie y Piper Kerman ya puede regalarle un buen jamón a Jenji Kohan por los suculentos cheques que le deben de estar llegando por seguir manteniendo su memoria entre las más vendidas.
"We have a racially based justice system that overpunishes, fails to rehabilitate, and doesn't make us safer."

Gif totalmente gratuito que no podía no meter en la entrada. Son puro amor.

Hazte con un ejemplar:

lunes, 22 de septiembre de 2014

¿Qué leerían en el Central Perk?

Hace veinte años justos (ahora es cuando todos os sentís o muy viejos o muy jóvenes. De nada), Rachel, Ross, Mónica, Joey, Chandler y Phoebe se sentaron por primera vez en el Central Perk y tomaron una taza de café. Era un 22 de septiembre de 1994. Ay, qué tiempos los de antaño...

¿Qué creéis que leerían los personajes de "Friends" sentados en esos sillones anaranjados ahora ya un poco sobados y viejunos? Aquí mis sugerencias para ellos:


¿Quién iba a decir que Rachel, una niña de papá, mimada y consentida, terminaría convirtiéndose en una chica independiente y trabajadora? Que hubiese crecido, sin embargo, no la curó de su pijismo redomado y su patente problema con la ropa y las comrpas. La serie de "Confesiones de una compradora compulsiva" de Sophie Kinsella es para ella.



Cuando Ross habla de dinosaurios todos nos dormizzzzzz... ¿Por qué no ponerlo a dormir a él también con "El origen de las especies" de Darwin?



¿Os acordáis del capítulo en el que Mónica se pone a hacer mermelada como una loca después de que Richard y ella lo hubieran dejado porque era lo único que le daba sentido a su vida? Estoy segura que si el decaimiento y la aflicción le hubiesen durado un poco más, hubiera cocinado el libro de Julia Child entero como Julie Powell. Y después hubiera limpiado la cocina bien a conciencia.



Ay, Phoebe. No hay nadie más excéntrico que ella en este mundo, pero además es una cantautora bohemia y hippy-osa que disfrutaría de lo lindo con el ambiente y la contracultura de las calles de la NY de los años 70 de Patti Smith en "Éramos unos niños".



No dudo de la masculinidad de Chandler, bueno, un poco sí, pero no se puede negar que siempre estuvo muy en contacto con su lado femenino y es por eso lo veo leyendo "Come, reza, ama" tratando de averiguar como salir de alguna de sus innumerables crisis existenciales y amorosas.



¿Y Joey? ¿Realmente creéis que ha leería un libro en su vida?


Bueno, puede que sí...


¿Qué otros libros veríais a los personajes de "Friends" leyendo?

lunes, 5 de mayo de 2014

Opiniones que nadie me ha pedido pero que gratamente ofrezco sobre el libro de Veronica Mars. De nada.


Comienzo la entrada declarando que he adorado The thousand dollar tan line, primer libro del que será una serie sobre Verónica Mars. Es exactamente como un capítulo de la serie pero en papel. La trama, sin llegar a ser compleja ni previsible, ¡me pareció la bomba!. Aún así, como ser puntilloso que se precie, le he encontrado alguna que otra pega que como fan incondicional perdono. A excepción de la casi total ausencia de Logan.
  1. La narración es en tercera persona... ¿Por quéeeeeee? Podría llegar a comprenderlo si fuera necesario para la historia que el narrador y por ende nosotros supiéramos más cosas que las que Verónica sabe... 
  2. El libro se resiente de la chispa que Kristen Bell aportaba. Nota: Escuchar el audiolibro puede resolver este problema. Está narrado por ella. 
  3. ¿Dónde están los sarcamos y comentarios mordaces de Verónica? Sigue el mismo tono que la película, menor en número aunque igualmente agudos. Supongo que la facultad de Derecho pasa factura y convierte a todos en personas más solemnes y formales (Al habla una licenciada en Derecho muy solemne y formal). 
  4. ¿Soy yo o Verónica parece más adulta? Lo que es perfectamente normal, pero se me sigue haciendo raro...
  5. Logan? Where's Logan? Sus apariciones son más un cameo o un premio de consolación. Oh, mundo cruel. 
  6. Esperaba que ahondase un poco más en la supuesta trama de corrupción que existe en la oficina del Sheriff, pero me da que eso será el tema de alguno de los siguientes libros. 
  7. Los capítulos no son muy largos y terminan siempre con un cliffhanger, lo que producen el síndrome del "un capítulo más y lo dejo".
  8. Sobre la página 100 más o menos aparece un personaje muy importante para Verónica que me pareció un recurso un poco facilón para dejar a los lectores ojipláticos. ¿En serio era necesario ir por ese camino, Thomas? Pensé que estabas por encima de esas cosas... No creo que en ningún momento de la historia llegue a justificarse totalmente su presencia. Pero, bueno...  
  9. Sus esbirros, Mac y Wallace aparecen un poco, pero se echa de menos que los secundarios habituales tengan un poco más de peso en la historia. 
  10. Sólo para fans.

¿Lo habéis leído? ¿Algún fan de Verónica en la sala?

viernes, 11 de abril de 2014

Me gusta Don Draper pero me gusta más lo que lee Don Draper.

El principio del fin de Mad Men tiene fecha. Este domingo día 13 (lunes 14, hora española) comienza la primera mitad de la que será la última temporada de una las series más estilosas y con más clase de la televisión y una de mis favoritas. Sólo diré que si no la habéis visto, ya estáis tardando.

Ambientada en los años 50-60 americanos, en la neoyorquina agencia de publicidad Sterling Cooper, resulta habitual encontrar a los personajes envueltos en una nube de humo procedente del cigarrillo que tienen en una mano y con un whiskey on the rocks en la otra, mientras buscan su próxima gran idea. A pesar de que la publicidad es un campo muy exigente, encuentran tiempo para leer y no precisamente literatura ligera. Ese es un adjetivo que se lo dejamos para algunas de las féminas con las que se cruza y echa una canita al aire Don Draper, un macho alfa en toda regla y al que le perdonamos cualquier desliz e infidelidad porque él lo vale.

Estos hombres (y mujeres) tan poco cuerdos recomiendan:



El grupo de Mary McCarthy. O lo que es lo
 mismo, el Sexo en Nueva York de los 50 y el libro en el que se inspiró Candance Bunshell.





El amante de Lady Chatterley de D. H. Lawrence causó un gran revuelo entre el secretariado de Sterling Cooper (y más de medio mundo).


Lo mejor de la vida de Rona Jaffe. El NY Post dijo "Cualquier hombre que lea estas páginas de ahora en adelante se preocupará de saber qué hace su secretaria en el despacho... y con quien". Yo lo corroboro.






El valle de las muñecas de Jaqueline Susann. Sexo, drogas y el lado oscuro del mundo del especátulo.
 


 La tercera muchacha de Agatha Christie. Una chica, un asunto de vida o muerte y Hércules Poirot.



El ruido y la furia de William Faulkner. La trágica historia familiar de los Compson escrita por el gigante Faulkner.








La subasta del lote 49 de Thomas Pynchon. Clásico, para algunos. Basura hipster para otros. Todos coincidirán en que cuanto menos es original.







Regreso a Babilonia de F. S. Fitzgerald. Francis. Scott. Fitzgerald. No digo más. 





¿Estáis tan emocionados como yo por la vuelta de Draper y el resto de la panda de Sterling Cooper?