Antes de entrar a saco a contaros porque este libro me decepcionó a lo grande, os explicaré de qué va el embrollo. Veamos.
Lo mejor de la vida se centra en un grupo de secretarias que trabajan en una empresa editorial de Manhattan. El grupo es de lo más variopinto y se compone de Caroline, la chica inteligente y ambiciosa que aspira a algo más en la vida que a tener un anillo en el dedo anular, está otra chica de la que ahora no recuerdo su nombre y como ya devolví el libro a la biblioteca no puedo comprobarlo, y que no quiere más que eso, casarse y tener hijos, April, la pueblerina tímida y apocada que tras un cambio radical de look se convierte en la mujer que todo hombre desea en la cama pero no a su lado en el altar, Gregg, un espíritu libre por fuera, otra chica con ansias de sentar la cabeza y ser esposa por dentro, y Barbara, una madre divorciada. Seguimos su rutina, la matutina y la nocturna mientras Jaffe nos muestra que se cuece dentro del horario de oficina y fuera de él en plenos años 50 en un mundo hecho por y para los hombres, donde las mujeres tienen pocas posibilidades de hacer algo por sí mismas que no sea dar el
sí, quiero y fabricar churumbeles.
Cuando comencé a leer, me volví loca por el libro. La combinación parecía perfecta. Era entretenido y ameno, estaba ambientado en el Manhattan de los años 50 y prometía diversidad porque los personajes parecían tener cada uno sus propias opiniones sobre el trabajo, el matrimonio, los hombres, etc. El potencial a explotar era grande, pero nunca llegó a alcanzarlo.
Creí que iba a centrarse más en el triángulo mujeres, trabajo y matrimonio, y la aparente incompatibilidad de estos últimos contados desde el punto de vista de un grupo de chicas con opiniones diferentes al respecto. Pero no. Jaffe se va más hacia el terreno del romance, hacía lo sensacionalista, hacia el mero entretenimiento... Y eso no envejece bien con los años. Las tramas del libro, a día de hoy, se pueden considerar simplonas y previsibles y, una vez entré en materia, no pude quitarme el regustillo a
esto ya lo he visto antes en alguna serie/película/libro. Cada vez que la trama cogía una desviación o hacía un giro, se veía venir a leguas por dónde iban a venir los tiros.
Los personajes femeninos terminaron pareciéndome patéticos por las decisiones que tomaban, por su ingenuidad, rayana con la estupidez en ocasiones, y por su falta de personalidad y decisión. Todas parecían estar en plena revolución hormonal como si de colegialas quinceañeras se tratasen y, hombre que se les cruzaba por el camino, hombre al que no se resistían aunque fuesen obvias sus intenciones. Los tíos, por su lado, todos capullos redomados. Y los personajes de ambos sexos, copias unos de otros pero con distinto nombre por una mala delineación y escasa construcción.
Puede que no esté siendo muy justa con el libro porque se publicó a finales de los 50, y si fuese una chica de la época o de las décadas siguientes, puede que lo hubiera disfrutado como es debido
(o puede que no porque soy muy rara). Pero es que la razón de su éxito se basó en el escándalo que provocó que alguien hablara de abortos, hacer cochinadas con hombres antes de desposarse, comportamientos inapropiados por parte de los jefes y otras aventuras varias. Hoy ese elemento está fuera de juego porque dudo yo que a alguien a día de hoy le vaya a dar un jamacuco leyendo estas cosas, y no tiene nada más que aportar ni nada más que lo haga sobresalir.
¿Lo habéis leído? ¿Conocéis algún otro libro que os parezca que quedó obsoleto?