contactoreseñasmiscelanea

lunes, 19 de octubre de 2015

"La niña del faro" de Jeanette Winterson. Cuéntame una historia, Pew.

- Cuéntame una historia, Pew
- ¿Qué historia, pequeña?
- La historia del oscuro secreto de Babel.
- Era una mujer.
- Siempre dices eso.
- Siempre hay alguna mujer en alguna parte, pequeña; una princesa, una bruja, una madrasta, una sirena, un hada madrina, o una tan malvada como hermosa, o tan hermosa como buena.
- ¿Es esa la lista completa?
- Está también la mujer a la que amas.
- ¿Quién es?
- Esa es otra historia. 


Dentro de los libros que me gustan están, los libros que me gustan, a secas, los libros que me cambian la vida y los libros que me gustan tanto qué no sé expresarlo con palabras y los que me gustan porque me parecen una genialidad y viva la madre que los parió. "La niña del faro" se va de cabeza esta última categoría.

En la contraportada del libros dice el señor editor que si alguien busca una autora contemporánea que tenga la fuerza de Virginia Woolf, la Winterson es la muchacha que busca.


 Ante semejante declaración no puede poner los ojos en blanco y soltar un "Veeeeeenga, chao" mental. Virginia es una de las diosas del Olimpo, y comparte cumbre con Sylvia (Plath) y Will (Shakespeare). Cualquier comparación de alguien con ella hará sacar mi parte más escéptica. 

Con el libro a medias tuve que tragarme mis propias palabras porque la comparación me parece más que justa y legítima y me pillé a mí misma, más de una vez, reconociendo que nadie me había emocionado tanto con la forma en la que Jeanette maneja el lenguaje, con mucha personalidad, ingenio y destreza, como en su momento lo había hecho Vir con su "Al faro" o "La señora Dalloway". Palabrita.

Esta es Jeanette en su casa después de lo que acabo de decir.

No es la historia lo importante. Es cómo está contada la historia. Boquiabierto y ojiplática sigo, dos semanas después de haberlo terminado, ante esta maravilla de libro que huele a brisa marina y sabe a mar.

Esta vez no pienso contar de qué va la historia, presentaré a los artífices de la misma para que os engatusen y os animen a leerlo.

En el eje central de la historia, donde está el faro que tanta relevancia tiene en esta historia, está el cabo de la Ira.
"El cabo de la Ira. Coordenadas en la carta náutica: 58º 37,5ºN, O.
Ahí está. La punta tiene una altura de 184 metros. Agreste, magnífico, imposible. Refugio de gaviotas y de sueños."

Del faro y de la linterna que arroja un haz de luz cada 4 segundos, se encarga Pew, nuestro farero ciego. 
"Pew era sencillamente Pew, un viejo con un montón e historias bajo el brazo, y una forma de freír salchichas que hacía que la piel se engrosara como un casquillo de bala, y a la vez era también un brillante puente que podías cruzar y que, al mirar atrás, te dabas cuenta de que se había desvanecido. Era y no era. Ese era Pew. Algunos días parecía haberse evaporado, fundido en la espuma que azotaba la base del faro, y otros días era el faro mismo. Ahí estaba, con la silueta de Pew, la calma de Pew, coronado de nubes, ciego, pero era la luz que nos iluminaba."

Nuestra encantadora narradora es Silver, una niña huérfana que se queda ensimismada con las historias que le cuenta el viejo farero.

"Los iguales terminan por juntarse. Digan lo que digan sobe los opuestos, los iguales se atraen. El caso es que hay gente distinta, eso es todo. Yo me parezco a mi perro. Tengo la nariz respingona y el pelo rizado, las patas delantera (es decir, los brazos) más cortas que traseras (esto es, las piernas), de modo que existe cierta simetría con mi perro, que es igual pero al revés." 

"Tú no eres como los demás niños. - Decía mi madre -. Y si no puedes sobrevivir en este mundo, mejor será que te construyas uno propio. 

El protagonista de las historias de Pew es Babel, Babel Dark.  
"En algunos aspectos, Babel era como aquel faro. Solitario y reservado. Arrogante sin duda, encerrado en sí mismo. Oscuro. Babel Dark, la luz jamás se prendía en su interior. Los instrumentos estaban en su sitio y perfectamente lustrosos, pero la luz no estaba encendida."
Pero su historia no se entiende sin la de Molly. 
"Molly era una joven tímida, y Babel era sin duda el mozo más apuesto y rico de los que se pavoneaban por el puerto. Primero Molly dijo que no, luego dijo que sí, después volvió a decir que no y, una vez empaquetados y contados todos los síes y los noes, quedó establecido por un escaso margen que iría al baile."
Últimamente estoy así como muy a tope y no dejo de encontrarme libros que me parecen, cada cual, mejor que el anterior. Y es que si no habéis leído todavía a la Winterson, de verdad que no sé qué estáis haciendo con vuestras vidas.

 

12 comentarios:

  1. No eres la única ojiplática con este libro, jaja. A mí también me ecantó, aunque el último capítulo desentona en mi opinión.
    besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Es buenísimo! No está muy en sintonía con el resto, tienes razón, pero estaba tan ensimismada que tanto me dio jajaja

      Eliminar
  2. He oído hablar maravillas sobre esta escritora, así que creo que ya es hora de ir poniéndome con ella. Creo que esta puede ser una buena opción, por lo que nos dices.
    ¡Besos!

    ResponderEliminar
  3. Tengo esta lectura anotadísima en la lista de pendientes desde que la encontré en el siempre interesante blog de Ana Blasfuemia. Todavía no la he leído pero creo que me hubiese dado un poco de alergia si me encontrase con lo de Virgina en la contraportada y tú no nos hubieses avisado. Creo que las comparaciones son odiosas y en literatura son además, muy peligrosas, no se juega con las expectativas del lector. Bss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando leí lo de Virginia estuve a punto de soltar el libro con cara de asco xDD Por suerte no lo hice y qué maravilla. Entiendo la comparación, pero son dos escritoras completamente diferentes. Te gustará :)

      Un beso!

      Eliminar
  4. Ya sabes (creo) que este libro es MI libro. El primero de WInterson que leí, me impacto de una forma brutal y personal. El cómo. Qué grande es Winterson, a mí me toca de una forma tan personal que no creo ser objetiva con ella pero me da igual. Cuando terminé el libro volví a abrirlo por la primera página y lo releí acto seguido. Y fui corriendo a mi blog a contarlo. Es un libro que me emociona, hasta me emociona ver cuánto te ha gustado y cómo has sabido leerlo.

    Un abrazo (¡emocionado!)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Llevaba tiempo queriendo leer algo de Winterson y este no era mi primera opción. Iba a ir o a por Fruta prohibida o ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?, pero justo estos no los tenían, así que cogí este porque recordaba haber leído tu entrada hablando de él y de lo mucho que te había gustado. ¡Y qué buena elección! Como ya te dije, desde ya me declaro seguidora fiel de Winterson :)

      Un beso!

      Eliminar
  5. ¡Hola!
    Lleva mucho tiempo en mi wishlist, y cuando fui a la biblioteca a por él estaba ocupado y cometí un gran error... El gran error fue coger La mujer de púrpura, y madre mía, que poco me gustó. Era una lectura corta y se me hizo interminable. Espero que cuando le de la oportunidad a La niña del faro me guste más que el otro que he leído de la autora. Espero disfrutarlo tanto como lo has hecho tú.
    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ese no lo leí, pero como este me gustó tantísimo, terminarán cayendo todos los de Winterson. Este es un verdadera joyita y ojalá te guste tanto como a mí cuando lo leas ^^

      Besos!

      Eliminar
  6. Tiene buena pinta, me lo apunto porque me fío y algún día podré leer, algún día...

    ResponderEliminar